corte ingles

GIF ofertas exclusivas 728x90

viernes, 15 de julio de 2011

Los padres del hombre que quedó en coma hace 22 años en un quirófano aceptan resignados una indemnización de un millón de euros que zanja su periplo judicial

La familia Meño no tendrá que volver a los juzgados a luchar por su hijo. Las aseguradoras acordaron ayer indemnizar a la familia con 1.075.000 de euros, pero nadie ha descorchado champán. El piso en el que viven los Meño está igual que hace unos meses. Los sofás no miran a la televisión sino a una habitación desde la que Juana Ortega y Antonio Meño, de 66 y 67 años, vigilan a su hijo gracias a un espejo inclinado. "Hemos envejecido sin darnos cuenta", comentaba la madre de Antonio Meño. Su móvil no paraba de sonar ayer por la tarde.



Atendía con paciencia a todos los medios de comunicación que la llamaban para comentar el fin de un periplo judicial que comenzó hace 18 años con una sentencia favorable que luego se volvió contra ellos. A todos les contaba lo mismo: se sienten "humillados" por haber aceptado la indemnización y haber "traicionado" a su hijo. "¿Cómo voy a salir a la calle y levantar la cabeza?", comentaba Juana Ortega, preocupada por lo que pudieran decir sus vecinos y conocidos. Cuenta que teme que le digan algo como: "Ya te has puesto las botas, ahora a vivir". A lo que respondería indignada: "Señora, véngase a vivir aquí con mi hijo y se queda los cuartos. Tendrá que quemarlos, porque no te puedes ir ni de vacaciones".
El padre se une a la conversación y confirma lo que dice Juana Ortega. "Las noches que tiene dolores, olvídate de dormir", comenta. "Es como un bebé que no puede decir lo que le pasa, y le cambias de postura, le limpias...", explica Antonio Meño. El padre tampoco está satisfecho con la indemnización: "No estoy conforme. Teníamos que haber seguido luchando".
El abogado de la familia aconsejó al matrimonio que aceptara el acuerdo. También lo hicieron los hijos, quienes, según los padres, creen que ya han luchado suficiente. Reabrir el caso podría suponer un nuevo periplo judicial de hasta 10 años. Antonio Meño padre contaba que el letrado les aseguró que un nuevo juicio podría acabar otra vez en condena en costas para la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario